No en pocas ocasiones me he encontrado ante esta situación, tratando de no confundir sendos conceptos. Voy a tratar de explicar esa diferencia.
Cuando en una compañía hay que decidir y gestionar los recursos humanos, financieros y físicos, hay que tener un conocimiento extenso sobre las actividades a desarrollar para tomar las decisiones precisas. No es útil tener buenas ideas y conseguir la inversión indispensable si no sabes como gestionar y actuar en la empresa.
Formación
Según Marcela Baudino, coach de ejecutivos y directora de la empresa B&C Capacitación y Coaching, explica que por norma general la formación se asocia a la capacitación profesional. “Esta capacitación ocurre en la empresa, y tiene que ver con una actualización en el trabajo, cuyo principal objetivo es aumentar y adecuar el conocimiento y las habilidades técnicas de los trabajadores a las necesidades específicas de cada posición” (https://destinonegocio.com, 2015, sexto párrafo)
Por lo tanto, para ella la formación está asociada al “saber”: se refiere a una habilidad específica.
Desarrollo
Es un proceso más largo de perfeccionamiento individual. “Es el crecimiento personal y profesional, que obedece a las necesidades de autoperfeccionamiento experimentadas por cada individuo, o a los aspectos que la empresa cree que los empleados deben mejorar para alcanzar los objetivos de la compañía” (https://destinonegocio.com, 2015, octavo párrafo)
El desarrollo Implica una transformación mediante la cual el empleado comienza a trabajar a través de sus errores y aciertos. Se trata de “saber hacer” y “saber ser” en el momento correcto y en la hora precisa. Analiza Marcela Baudino.
La formación y el desarrollo ayudan al crecimiento de los empleados y de la empresa. Por un lado la formación actualiza el conocimiento necesario para desempeñar una función. Por otro lado el desarrollo permite el crecimiento personal de los empleados, llevándolos a la madurez profesional. De esta forma se puede aprovechar al máximo el potencial personal.
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