La estructura salarial es el conjunto de conceptos que, con carácter principal o con el de complementos, forman el total del salario reflejándose como partidas componentes del mismo. (VV.AA, 2017)
En muchas ocasiones para los trabajadores no es suficiente la remuneración salarial para afrontar una jornada laboral motivada, productiva y feliz es por eso que los incentivos laborales son una herramienta eficaz para lograr esa motivación del equipo de trabajo y aumentar el rendimiento de los empleados. Si de nosotros dependiera dentro de Dpto. de RRHH de una empresa, la duda que nos surgiría sería la elección de unos incentivos de índole económica o no económica. La recompensa debe tener un valor importante para la persona que la reciba, es por ello que existe una teoría de las expectativas, en la cual se reconoce que para que una recompensa tenga un impacto positivo en el rendimiento de los empleados deben cumplirse tres condiciones:
Imágen: Boletín de Estudios Económicos. Abril 2016. Núm. 217
Esta teoría es aplicable a los incentivos individuales, grupales y a nivel organizativo.
Como ejemplos para cada unos de estos grupos se podrían adaptar:
Incentivos monetarios: bonificaciones, aumentos de sueldo.Incentivos motivacionales: Felicitarles cuando lleguen a los objetivos establecidos, destacar ala empleado del mes.Incentivos para la mejora del bienestar: Horarios flexibles, zona de desconexión, servicios de guardería para padres con hijos.
Como ejemplo de organización que aplica estos términos ofrezco la entidad que el compañero Manuel aportó en su intervención pues vemos como cuentan con un Programa de Bienestar e Incentivos que mejora el desempeño de su capital humano.
Bibliografía:
Boletín de Estudios Económicos. Abril 2016. Núm. 217
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